Anoche fue mágica; cargada de ilusión y emociones, donde finalmente iba a quedar plasmado todo el trabajo que llevamos realizando durante muchos días. Los sentimientos estaban a flor de piel, los peques entusiasmados querían hacerlo lo mejor posible, los maestros/as queríamos que todo saliese genial, y las familias esperaban con ansias poder ver a sus hijos/as dándolo todo sobre el escenario; y finalmente así fue: nuestros peques se crecieron como el que más, fueron unos verdaderos artistas, y pudimos observar a unos bailarines con un gran potencial.
Cuando llegó el momento de subir al escenario todos estábamos nerviosos, entusiasmados por hacerlo lo mejor posible, y una vez arriba y colocados, antes de que empezara la música, respiraron con nerviosismo, pero cuando sonaron las primeras melodías empezaron a vibrar, a desplegar todo su arte y el resultado fueron miles de aplausos por todo el patio de Infantil.
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